Hoy, a casi un año de la tragedia que le costó la vida a 71 integrantes de la delegación de Chapecoense que iba a disputar la final de la Copa Sudamericana, Follman está recuperado y además comenzó a hacer trabajos con la pelota, como cualquiera. El arquero había perdido parte de su pierna derecha en el accidente.
Además de la amputación que tuvo, el desastre lo dejó gravemente dañado el tobillo izquierdo, por lo que tuvo que ser operado de las vértebras.