Fuente: El País/Imagen ilustrativa

Un grupo de aficionados a la numerología y a la astrología vaticinó que el fin del mundo es mañana. Tal como aseguran en un dramático vídeo de Youtube, en la Biblia hay pistas ocultas que indican que un supuesto planeta llamado Nibiru ?o planeta X? chocará con la Tierra este mismo sábado. Dicen que provocará una serie de catastróficos eventos que transformarán el mundo para siempre.

El mito se remonta a 1975 y, desde ese momento, fue protagonista de muchas de las predicciones sobre el fin del mundo como las de 2003, 2012 o 2015.

Para los profetas que defienden la inminente llegada del apocalipsis, el eclipse solar del pasado 21 de agosto fue un presagio oscuro de lo que está por llegar mañana. Según aseguró David Meade, el Libro de la Revelación describe una imagen de destrucción y fuego en el cielo cuando Nibiru haga su aparición. Esta hipótesis fue extensamente explicada en su libro «Planeta X: La llegada de 2017».

Dicho libro describe esta llegada con creativas imágenes metafóricas: aparecerá una mujer «vestida con el Sol y la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza» y que dará a luz a un niño que «dirigirá las naciones con un cetro de hierro».

Las fantásticas predicciones de Meade fueron desautorizadas por otros religiosos. Tal como lo declaró a The Washington Post, Ed Stetzer, profesor y director ejecutivo del Centro para Evangelismo Billy Graham del Wheaton College, «no hay tal cosa como la numerología cristiana. Aquí tenemos básicamente a un experto inventado hablando de un campo inventado sobre un evento inventado».

El día del juicio final ya fue predicho en el año 2000, en el 2003 y hasta en el 2012, así como en otras muchas ocasiones de la historia, y siempre con el mismo resultado: naturalmente, todas las predicciones se equivocaron.

En 2012 la NASA decidió que merecía la pena explicar por qué esto era totalmente infundado. En aquel momento, el astrónomo David Morrison dijo en un vídeo que si un planeta fuera a chocar contra la Tierra lo habríamos visto.

«Sería brillante. Sería fácilmente visible para el ojo desnudo. Si fuera real tendría una masa capaz de perturbar las órbitas de Marte o la Tierra. Veríamos cambios en las órbitas», dijo Morrison. 

Stetzer animó a los cristianos a ser críticos con la información, especialmente en un momento en que abundan las noticias falsas. «La idea de que el mundo acabará este 23 de septiembre es una noticia inventada. Y también es un recordatorio de que necesitamos tener espíritu crítico con todas las noticias».